Autismo, sinónimo de discriminación, denuncia madre de familia en AD

Una ciudadana de Agua Dulce expuso un caso de presunta discriminación hacia su hijo, diagnosticado con autismo, con el fin de sensibilizar a padres y profesores sobre esta condición neurológica y evitar que en el futuro los niños no sean aceptados en alguna institución educativa.

Ana Bertha Garfias narró que su hijo cursó varios años en el jardín de niños “Jean Piaget”, sin embargo, la valoración de su psicólogo determinó que aún no está apto para ingresar a la primaria, por lo cual recomendó un año más de kínder en otra institución, para evitar el estancamiento de su progreso.

Ana Garfias comentó que el padre del menor, Héctor Ortiz, acudió al jardín de niños “Agua Dulce” para inscribirlo, sin embargo, la directora Marlene Pulido Ramos, le informó que no contaba con cupo y no podría aceptar a su hijo.

Posteriormente el niño fue inscrito en el jardín de niños “John Dewey”, donde se encuentra satisfactoriamente hasta el momento, sin embargo, la señora Ana Garfias descubrió posteriormente que sí había admisión en el jardín de niños “Agua Dulce” además de que hubo intercambio de información sobre su hijo entre la directora de esa institución y las profesoras del kínder anterior, lo que catalogó como un posible caso de discriminación porque su hijo tiene autismo.

“No lo hago con el afán de que reciban a mi hijo; finalmente me hicieron un favor. Pero aquí en Agua Dulce hay muchos niños con este diagnóstico y no queremos que le pase a alguien más”, expresó la madre de familia.

En entrevista con este medio de comunicación, Ana Garfias explicó que su hijo fue diagnosticado con autismo cuando tenía dos años por el doctor Norberto Luna, por lo que además de neurólogos, también asiste con psicólogos y tiene un acompañamiento en la escuela llamado “sombra”, que es una asistente para el menor.

“Este año es muy importante para el niño porque de tener una buena integración con otros niños podrá acceder a la primaria”, comentó la entrevistada, por lo que es fundamental que el pequeño conviva con niños en condiciones regulares.

Sobre la escuela que presuntamente discriminó al menor con el argumento de la falta de cupo, la directora Marlene Pulido Ramos aceptó una entrevista y proporcionó su versión, por lo que negó que se haya existido una mala intención.

La directora informó que actualmente tiene 22 niños en tercer grado, aún cuando el cupo es para 20, aunque admitió que ocasionalmente se pueden hacer excepciones para agregar más niños, aunque no ocurrió así con este menor, aunque admitió que conocía el caso pues sí platicó con las maestras de la escuela anterior.

Sin embargo, expuso que fue el hecho de que el niño tuviera cumplidos 7 años lo que la motivó para no admitirlo, además de agregar que “nunca he trabajado con esos niños”, de modo que no cuenta con una experiencia previa para estos casos.

No obstante, Marlene Pulido dijo que en el futuro, en caso de tener espacio, no puede negarle el ingreso a un niño diagnosticado con autismo y que en situaciones como esta en donde la edad se ha rebasado por un año, se podría hacer una excepción con los diagnósticos médicos correspondientes.

La desinformación en torno al autismo es profunda, a pesar de que en Agua Dulce, una población considerablemente pequeña, tiene contabilizados al menos 20 casos de niños de entre 3 y 9 años de edad, cuyos padres de familia están organizados y anualmente fomentan una marcha para sensibilizar a la población hidrómila.

De acuerdo con fuentes gubernamentales médicas, las personas con un trastorno del espectro autista a menudo tienen problemas con las destrezas sociales, emocionales y de comunicación. Es posible que repitan determinados comportamientos o que no quieran cambios en sus actividades diarias. Muchas personas con este diagnóstico tienen distintas maneras de aprender, prestar atención o reaccionar ante las cosas; algunos de los signos comienzan durante la niñez temprana y, por lo general, duran toda la vida.

En Agua Dulce existe una importante población diagnosticada, aunque muchos otros casos podrían no estar diagnosticados debido a la falta de recursos o de conocimiento. Durante el pasado inicio de ciclo escolar hubo un caso de discriminación en la escuela primaria Artículo 123, en donde hubo una llamada de atención para una maestra que negó darle clases a una niña diagnosticada con autismo, lo que evidenció la desinformación que prevalece aún entre los mismos educadores.

 

 

 

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