Autismo: detección precoz a través del ojo

Autismo

Conseguir un diagnóstico muy precoz, en los primeros meses de vida, a través de la mirada es el objetivo de un proyecto pionero en el territorio español, que arranca este 2017 en el Hospital Universitario de Burgos de la mano de la Asociación Autismo Burgos. El proyecto, denomiando «Bebé miradas», se desarrolla en el marco de la Estrategia Nacional de Autismo y, si los resultados son positivos, se ampliará al resto del país.

María Merino, coordinadora del programa psicosocial de Autismo Burgos, explica que el proceso es «muy sencillo y nada invasivo». Se trata de realizar un «eye tracking», es decir, observar las pautas de los niños a la hora de fijar la mirada ante distintos estímulos y, a partir de ahí, poder determinar algunas claves para avanzar en el diagnóstico precoz del autismo. En la actualidad se detecta a partir de los 18 meses. Según explica Merino, es el «momento clave» para detectar signos de alerta «muy concretos». Ahora, en este proyecto, se estudiarán casos de niños en los primeros meses de vida y se analizará el seguimiento que realizan de la mirada del adulto o de otros niños porque «es una de las claves más temprana del desarrollo» y puede indicar la presencia de dificultades a nivel social.

Declive en el seguimiento

Según los estudios realizados, a partir de los seis meses, en niños que luego tienen algún trastorno del desarrollo, «hay un declive del seguimiento de la mirada». Ese cambio es el que se pretende determinar con esta prueba, en la que se coloca al bebé frente a una pantalla de ordenador donde hay un dispositivo que calcula su seguimiento de mirada. Merino explica que esta prueba se realizará con «cierta periodicidad» a partir de los seis meses para comprobar si realmente este declive puede medirse y convertirse en un indicador para diagnosticar el autismo, siempre junto a otras pruebas que controlan el desarrollo general, motor y social del niño. En el último año, la Asociación Autismo Burgos, en el marco de la estrategia nacional del Autismo, ha trabajado con los pediatras del Hospital Universitario de Burgos en la elaboración de todo el material necesario, los protocolos a seguir, los vídeos para la prueba visual y la selección de herramientas para el seguimiento del desarrollo de todos los bebés que quieran participar.

María Merino señala que, según la previsión inicial, a lo largo de este año podrían estudiarse medio centenar de casos repartidos en tres grupos: bebés con familiares que tienen autismo; niños con alto riego de padecer trastornos del espectro autista por incidentes durante el embarazo, prematuros… y niños sin factores determinantes.

Medio centenar de menores dividios en tres grupos participarán en el estudio

La psicóloga de Autismo Burgos señala que, por una parte, las familias que tienen ya algún antecedente de TEA pueden conseguir lo antes posible un diagnóstico para el nuevo bebé pero, además, aquellos padres que no tienen factores de riesgo se pueden beneficiar al incorporarse al programa, ya que se realizará un seguimiento pormenorizado del desarrollo de su hijo.

A todos los bebés participantes en el estudio se les realizará un seguimiento en neuropediatría con una periodicidad establecida a partir de los seis meses y con una implicación total de las familias para conocer la evolución de cada caso, y determinar los factores de la mirada que pueden servir para ese diagnóstico precoz del autismo.

«Cuanto antes mejor»

Una precocidad que Merino considera «fundamental» porque está demostrada la importancia de la estimulación temprana de los niños con autismo y «cuanto antes, mejor» porque, en los primeros años y meses de vida, el cerebro tiene «más plasticidad» y «se puede modelar». El objetivo último de este estudio es facilitar a profesionales y familias un pronóstico lo mejor y antes posible para «prevenir» el desarrollo de la sintomatología asociada, en este caso, a trastornos del espectro autista.

Original. 

(Visited 3 times, 1 visits today)

Etiquetas ,