Aprende a detectar a tiempo las señales de una apendicitis

Apendicitis.

El apéndice es un tubo similar a un gusano con una medida de 1,5 centímetros y una longitud que oscila entre los 10 y los 15 cm. Está ubicado al inicio del intestino grueso, más exactamente, al fondo del abdomen, en la región llamada fosa ilíaca derecha.

Durante mucho tiempo se pensó que este órgano era inservible, ya que no se encontraba cuál era su función, más allá de provocar daños en la salud con lo que todos conocemos como apendicitis.

No obstante, varias investigaciones descubrieron que tiene una función de tipo inmunológica, ya que forma parte del sistema linfático, una red de ganglios conectados, con vasos especiales que transportan la linfa.

La causa de la inflamación del apéndice aún se desconoce, pero se estima que puede ser resultado de una obstrucción por heces, un cuerpo extraño o, en raras ocasiones, por un tumor.

Lo que más viene preocupando a los expertos en salud es que muchas personas desconocen cuáles son los síntomas que alertan esta enfermedad, lo que conlleva a que en algunos casos se detecte cuando ya está en una etapa muy grave.

Teniendo en cuenta que la detección a tiempo de la apendicitis es clave para su tratamiento, en esta oportunidad vamos a compartir las señales de alerta más importantes.

Dolor alrededor del ombligo

Dolor-alrededor-del-ombligo

Uno de los primeros síntomas que se experimentan cuando el apéndice se inflama es una leve sensación de dolor alrededor del ombligo o en la zona llamada “boca del estómago” que suele confundirse con un dolor de barriga común.

Sin embargo, a diferencia de estos, el dolor se vuelve algo progresivo y continúo, a tal punto de hacer pensar a la persona que no es una dolencia normal.

Es muy probable que el dolor se intensifique al hacer acciones naturales como toser o ante una leve presión.

Para comprobarlo se debe apretar con suavidad la zona dolorida con los dedos índice y medio durante dos minutos; si hay apendicitis seguramente se sentirá más dolor o se responderá con un grito.

Caminar encogido

Cuando la apendicitis es aguda, por lo general, la persona camina encogida y casi sin poderse mover bien. Al intentar ponerse erguido o caminar el dolor se intensifica y alerta de que algo no está funcionando bien.

La mayoría de personas que tienen apendicitis prefieren guardar reposo en la cama para sentir sensación de alivio.

Otra de las pruebas consiste en dar un salto o toser con el fin de comprobar si ello intensifica el dolor; de hecho, esto lo hacen los médicos como primera medida para llegar al diagnóstico.

Fiebre

Fiebre

Se sabe que la fiebre es una respuesta inmunológica del cuerpo ante diferentes trastornos de salud y en este caso se debe considerar como una señal de alerta.

Una temperatura corporal normal debe oscilar entre los 35 y los 37 ºC, por lo que un aumento sumado a los otros síntomas podría estar confirmando que hay inflamación del apéndice.

Náuseas y vómitos

A medida que la enfermedad va progresando, en el cuerpo se hace cada vez más evidente con síntomas constantes como náuseas y vómitos.

Sin embargo, como en el caso anterior, ambos síntomas también pueden ser el resultado de otros problemas de salud, como es  el caso de las enfermedades gastrointestinales.

Cambios evidentes al defecar

¿El dolor viene acompañado de problemas a la hora de defecar? Los síntomas tardíos de una apendicitis pueden incluir cambios como el estreñimiento o la diarrea, debido a la inflamación que afecta el apéndice.

Pérdida del apetito

Pérdida-del-apetito

Este síntoma acompañado de los ya mencionados puede ser una señal más que clara de que algo está pasando en el apéndice.

Por lo general las personas afectadas tienen dificultades para comer con normalidad y puede ser tan brusco el cambio que de una vez deja claro que no se trata de una infección estomacal o algún virus.

¿Cuáles son las complicaciones que provoca?

No tomar estos síntomas como una señal de alerta de apendicitis puede contribuir a que la enfermedad progrese y llegue a una etapa más grave.

La peor complicación es que la inflamación no tratada puede dañar el órgano y hacer que todo el material infeccioso provoque una peritonitis, llegando a ser mortal.

También puede pasar que se produzca una formación de fístula, un absceso o una infección en la herida.

 

Original.

 

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