Manías, alegrías y cientos de tiernos gestos, entre los que se cuela algún selfie. Esa era el día a día de una de las cuentas más populares de la red fotográfica por excelencia (@grandmabetty33). Una historia que traspaso fronteras, y la excusa perfecta para un nieto pasar el mayor tiempo posible con su abuela. Instantáneas llenas de buenos y agrios momentos, de algún que otro vicio e inocente capricho, pero sobre todo, llenas de esperanza.
“Aunque la abuela no está físicamente con nosotros, ella siempre estará en los corazones de miles de personas a las que conmovió cada día. La abuela Betty no perdió su batalla con el cáncer porque su legado ha sido una inspiración para millones de personas”. Así se despedía y comunicaba la familia el fallecimiento de la abuela en una foto en la que se podía ver al perro solo en la mecedora blanca de Betty.
