Estos días hemos celebrado el día mundial del síndrome de Down, una fecha para tomar conciencia más que nunca de la necesidad de proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales para todas las personas con síndrome de Down y promover el respeto de su dignidad. La diversidad enriquece y por eso es necesario promover percepciones positivas. Las personas con discapacidad forman parte de la diversidad y es necesario fomentar en todo el sistema educativo, desde una edad temprana, una actitud de respeto hacia los derechos de las personas con discapacidad. También debemos trabajar para poner en valor las contribuciones que realizan y pueden realizar el bienestar general.
Por ello deben tener goce pleno de los derechos humanos y libertades fundamentales y participación plena. Y será crucial trabajar para que la accesibilidad al entorno físico, social, económico, cultural, a la salud, a la educación, a la información y a la comunicación sea una realidad. Desde el Parlamento europeo, trabajamos durante todo el año para crear mecanismos que fomenten el acceso de estas personas a bienes y servicios de todo tipo, sin que las condiciones de identidad o características personales sean motivo de exclusión. Para ello, nuestra labor y la de toda la sociedad europea debe abrir caminos y puertas a la inclusión, y debe ser garante del respeto a la dignidad.
En esta línea, mi grupo parlamentario ha mostrado siempre su apoyo a este tipo de iniciativas, como la declaración presentada ante el Parlamento europeo en abril de 2012, para solicitar a las instituciones comunitarias la elaboración de una estrategia para defender los derechos de los niños con síndrome de Down en la Unión Europea.
En la declaración que aprobamos se recoge que todas estas circunstancias obligan a que desde las instituciones europeas seamos especialmente sensibles con estos niñas y niños, para asegurar que gozan de los mismos derechos y oportunidades que todos los demás
En España, debemos resaltar la labor que realizan las 82 instituciones que forman parte de la Federación Española de Síndrome de Down España, que prestan su apoyo a esta organización para ofrecer formación a personas con esta discapacidad, a sus familias, profesionales, directivos y voluntarios, además de asesoramiento jurídico y campañas de sensibilización e información para el resto de la sociedad. Especialmente quería felicitar la labor realizada por la Asociación Síndrome de Down de Balears (ASNIMO).
Desde aquí quiero aprovechar para mostrar todo mi apoyo por el trabajo que realizan estas asociaciones, y me pongo a su disposición para ofrecerles mi ayuda como altavoz en el Parlamento europeo para que todas sus demandas sean tenidas en cuenta y cuenten con los soportes necesarios para sacar adelante los compromisos adquiridos de forma ágil y rápida, ya que de ellos depende desde la atención temprana en los primeros años de estas personas, a los programas de apoyo al entorno familiar, la inclusión educativa, el ocio, el empleo con apoyo y los servicios de promoción de la autonomía personal en la edad adulta.
