5 formas de abuso emocional que no siempre reconocemos a tiempo

Emociones

El abuso emocional es aquel que, sin dejar marcas en la piel, impacta de forma más discreta, lenta y corrosiva en nuestra mente.

Las personas que han sido sometidas durante una larga época de su vida a este tipo de maltrato suelen tardar mucho más tiempo en poder recuperarse, en poder afrontar el trauma que suele conllevar este tipo de situaciones.

Es muy complicado, en primer lugar, porque cuando una persona recibe un golpe, sabe instintivamente que debe retroceder, que debe defender su integridad física.

Sin embargo, con el maltrato psicológico no sucede lo mismo.

El abuso emocional surge con esa ironía constante, con el desprecio sutil, con el vacío o el ninguneo…

Y la víctima, lo que suele experimentar con más frecuencia es un profundo sentimiento de culpabilidad.

Lo habitual es pensar en primer lugar aquello de “algo estaré haciendo mal para que se comporten así”.

No obstante, al poco surge un sentimiento mucho más complejo y desgastante, y es pensar que no soy capaz de responder ante esto, sé que me molesta pero es algo tan sutil que no sé muy bien cómo manejar la situación.

Al final, las víctimas del maltrato emocional dejan pasar muchos pocos hasta que esas pequeñas heridas, embistes y desprecios se convierten en un “un mucho”, en un gran agujero que nos ha invalidado por completo.

No es fácil salir del círculo del abuso emocional y por ello, desde nuestro espacio te proponemos reconocer 5 conductas ante las cuales estamos obligados a reaccionar.

 

1. Son perfectos y encantadores, y tú jamás podrás estar a su altura

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A las personas acostumbradas a ejercer el abuso emocional sobre los demás les preocupa en exceso su imagen pública.

Ante la galería, y de puertas hacia fuera, son los seres más encantadores que uno se pueda encontrar.

  • En ellos no hay fisuras, son accesibles, amables, ocurrentes, simpáticos y atentos; tanto, que sabes que nadie te podría llegar a creer si en algún momento dijeras algo malo sobre estas personas.
  • Lo más común es no verlos llegar. No podemos reconocer a simple vista a un abusador emocional, pero al cabo de un tiempo de trato cotidiano percibirás ya pequeñas ironías y desprecios hacia ti que le sirve para “sacarse brillo”.
  • Tampoco dudan en hacer pequeñas bromas sobre ti en público. De ese modo se afianzan la atención de los demás sobre su propia persona.

Mientras, su víctima va quedando en un segundo plano donde, poco a poco y día a día, la conducirán al abismo más profundo de la agresión psicológica.

2. Una empatía distorsionada

A menudo caemos en el error de decir aquello de que los abusadores carecen de empatía.

  • Este tipo de manipuladores y abusadores sí son conscientes de nuestras emociones, pueden hacer una rápida lectura emocional sobre lo que sientes para después, usarlo a su favor.

Pongamos un ejemplo. Has tenido un mal día en el trabajo, y al llegar a casa, tu pareja capta al segundo tu malestar, tu abatimiento, tu tristeza…

En lugar de ayudarte, de ser esa apoyo emocional cercano y amable, lo que hace el abusador emocional es culpabilizarte o debilitar aún más tu autoestima para tener mayor control sobre ti.

“Claro que has tenido un mal día, es que no sabes defenderte, todos se te suben a caballo y por eso dependes de mí para todo, para que te solucione las cosas”.

Es necesario recordar que la empatía es una facultad que solo será útil y significativa cuando la otra persona es capaz de ayudarnos, de acompañarnos y no de hundirnos aún más.

3. Te compara, hagas lo que hagas siempre le recordarás a alguien

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“¿Que se te ha parado el coche justo en la autovía? Si es que eres como tu hermana, torpe y un desastre al volante”. “¿Qué si me gusta ese vaquero que te has comprado? pues no sé, te sienta igual que a un compañero mío del trabajo al que todos le toman el pelo”.

  • Hagas lo que hagas, el abusador emocional siempre te comparará con alguien y no precisamente para bien.
  • Su inmadurez psicológica le impide poder hacer juicios de valor coherentes, útiles y respetuosos.

A su vez, una de sus mayores aficiones es comparar a sus parejas afectivas con anteriores relaciones para, de este modo, hacer sufrir aún más a su cónyuge.

4. Quien ejerce el abuso emocional jamás se pondrá en tu lugar

Ni en las cosas más pequeñas ni en las más grandes. Jamás serán capaces de adquirir tu punto de vista, de calzar tus zapatos, de ver cómo tu ves.

Pueden saber lo que sientes, porque empatizan sí, pero no “conectan”, es decir, no les importa si determinadas cosas te hacen daño o te vulneran.

5. Tus metas, tus gustos y costumbres son tonterías ante sus ojos

Ridiculizar o ironizar sobre tus metas u objetivos es un modo de tenerte bajo su control.

  • Al hacer uso de la crítica y la burla sobre aquello que te agrada, aquello con lo que sueñas o que proyectas, lo que consiguen es destruir tu autoestima.
  • No podemos olvidar por tanto que una persona con una autoestima baja es más fácilmente controlable, y es lo que buscan.

Eso es lo que se propone el abusador emocional: anularte para ensalzarse a sí mismo.

Ten muy en cuenta cada una de estas dinámicas e intenta gestionarlas y frenarlas para salvaguardar tu identidad, tu bienestar y tu salud emocional.

 

 

Original. 

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